Una casa que no tiene techo es un ensayo documental que recupera registros personales de la directora con la activista Maite Amaya. En un gesto político y afectivo, como homenaje y en la búsqueda de estrategias para transitar el duelo, el film explora fragmentos de encuentros pasados con la intención de reflexionar acerca de nuestras realidades y los cambios que suponen haber impactado en la vida de las travestis y disidencias sexuales doce años después.