la gran ciudad
Las grandes urbes suelen ser un contexto habitual en el cine mainstream, creando un imaginario colectivo que hace que las concibamos como lugares conocidos sin siquiera haber puesto pie en ellas. Contrapuestas a la tan conocida idea de pueblo chico infierno grande, estas metrópolis se presentan como un respiro para las identidades disidentes, un aparente refugio cosmopolita. Pero las cosas no son siempre lo que creemos. En este caso los paisajes urbanos de Berlín, Río de Janeiro y Ciudad de México escapan a la típica mirada turística y glamorosa para dejarse ver a través de un lente nuevo, ofreciéndose a la vez como un posible oasis o una posible trampa.